Equipo de investigación:
Diéguez Soto, Julio (Universidad de Málaga)
Escobar Pérez, Bernabé (Universidad de Sevilla)
Gómez Miranda, María Elena (Universidad de Granada)
Miras Rodríguez, María del Mar (Universidad de Sevilla)
Rodríguez Ariza, Lázaro (Universidad de Granada)
Ruiz Palomo, Daniel (Universidad de Málaga)

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El objeto principal del Informe de la Pyme Andaluza 2018 es suministrar información continuada de las estrategias y expectativas de las empresas andaluzas para facilitar y apoyar la toma de decisiones. En concreto, el Informe de la Pyme Andaluza 2018 analiza numerosos factores de competitividad (internacionalización, innovación,…), prestando especial atención al estudio de los procesos de digitalización y la implantación de la responsabilidad social en las Pyme.

Para llevar a cabo este trabajo se ha realizado un estudio empírico, a partir de la información proveniente de una encuesta realizada a 1136 Pyme españolas, y a 297 Pyme andaluzas, dirigidas al gerente de la empresa. En la muestra utilizada no se incluyen empresas de 5 o menos trabajadores. La técnica de recogida de información fue una encuesta telefónica y el trabajo de campo se realizó durante los meses de febrero a abril de 2018.

Según se deriva de los resultados, las expectativas tanto de creación de empleo como de incremento de las ventas son positivas, tanto en Andalucía como en España. En cualquier caso, se observa que las expectativas de crecimiento de las ventas son más intensas que las de crecimiento del empleo, lo que podría señalar que sigue existiendo una estrategia de aumento de la productividad. Por lo que se refiere a la valoración del entorno empresarial o clima empresarial, no existen diferencias significativas entre España y Andalucía. Así, los gerentes de las Pyme valoran el clima con una nota media cercana al 6,5 -sobre 10-, tanto para el conjunto de la nación como para Andalucía.

Las Pyme andaluzas sostienen con respecto al uso de las TICs, en una línea similar a las Pyme españolas, que utilizan de forma generalizada el software de oficina (procesador de textos y hojas de cálculo), mientras todavía tienen un uso limitado de la nube para gestionar archivos. Con respecto a la utilización de procesos digitales específicos, ocho de cada diez Pyme de Andalucía disponen de página web propia, la mitad tienen una presencia activa en redes sociales, cuatro de cada diez usan programas CRM para la gestión de clientes y aplicaciones ERP, y una de cinco utiliza plataformas de e-commerce, mostrando, en términos generales, valores ligeramente superiores a la media nacional. La estrategia de digitalización de las Pyme de Andalucía persigue principalmente un aumento de la innovación, tanto en procesos de dirección y gestión, como en productos y procesos productivos o comerciales, en términos ligeramente superiores a los nacionales.

Con respecto a los efectos de las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), las Pyme en Andalucía destacan la mejora significativa de su imagen y de su transparencia. Asimismo, y con valores por encima de la media nacional, priorizan sobre todo trabajar con proveedores locales y el impulso de medidas que supongan un reciclaje efectivo, lo que podría suponer un elemento diferenciador con respecto a otras empresas de mayor tamaño. En lo referente a las relaciones con los trabajadores, las Pyme andaluzas aprecian que una parte importante de los trabajadores tengan contratos estables –el ítem más importante-, disfruten de horarios flexibles y mejoren su satisfacción/motivación, pero siempre con valores inferiores a los mostrados para España. Otras políticas de RSC son menos comunes, tanto en España como en Andalucía. Así, poco menos de la mitad de las Pyme andaluzas tienen un código de conducta, apenas un tercio lleva a cabo una evaluación del clima laboral y tan sólo una de cada cinco publica memorias de sostenibilidad, mostrando niveles ligeramente inferiores a los nacionales.

En relación a la internacionalización, poco más de un tercio de las empresas españolas encuestadas declaran estar internacionalizadas, con un porcentaje ligeramente inferior para la muestra andaluza. Asimismo, y en relación a la intensidad exportadora, prácticamente una de cada cinco empresas españolas declaran que su intensidad exportadora supera el 60% de sus ventas, mientras en Andalucía, sólo una de seis alcanza ese nivel de exportaciones. No obstante, las expectativas de crecimiento de ventas en 2018 en los mercados internacionales son mayores en Andalucía que para España.

Los datos sobre innovación revelan, tanto en el ámbito nacional como regional, la primacía de la innovación en productos con respecto al resto de innovaciones (proceso y gestión). En Andalucía se identifica un nivel similar de innovación en productos que en España, pero la importancia percibida de este tipo de inversiones es superior en las Pyme andaluzas. El nivel de innovación en procesos y de gestión es inferior en las empresas andaluzas con respecto a la media nacional, pero la importancia percibida es superior en el caso de la comunidad autónoma. No obstante, el nivel de adquisiciones de nuevos bienes de equipo es superior en Andalucía en relación a la media española.

En cuanto a los indicadores de rendimiento, en términos generales, la empresa andaluza se siente mejor posicionada competitivamente que la media de la empresa española. Específicamente, los tres aspectos que consideran más favorables las empresas andaluzas han sido: ofrecer productos de mayor calidad, contar con clientes más satisfechos y adaptarse antes a los cambios en el mercado.

Las Pyme andaluzas evidencian un ligero mayor acceso a la financiación externa, mayor autofinanciación y menor auto-racionalización del crédito, que la media nacional. En términos generales, las Pyme andaluzas identifican una posición ligeramente mejor de acceso a la financiación que las empresas nacionales. Sin embargo, cuando se evalúan uno a uno los aspectos contractuales de la financiación, tales como el volumen de financiación ofrecido, los gastos y comisiones que exigen las entidades financieras, las garantías y avales exigidos, el coste de la financiación, el tiempo entre la solicitud y la concesión y el plazo exigido de la devolución, se constata una evolución más favorable en España que en Andalucía.

Por último, las Pyme andaluzas han desarrollado en mayor medida que las españolas políticas de gestión de recursos humanos, mostrando además un alto interés en su desarrollo. En concreto, los procesos que más se valoran de gestión de recursos humanos están relacionados con los conocimientos, habilidades y competencias de los empleados. Así, las Pyme andaluzas señalan haber seleccionado rigurosamente según los requerimientos del puesto, haber invertido suficiente tiempo y dinero en formación y haber proporcionado programas de formación continua.